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Patricia Redondo

Debates, Pensando en las infancias: aprendido y enseñado

En el marco de Pensando en las infancias: Aprendido y enseñado, propuesta del Centro Cultural Kirchner en la que figuras de todo el país con trayectoria en el campo de la pedagogía revisitan su propia niñez, la docente Patricia Redondo (Quilmes, provincia de Buenos Aires) evoca sus primeros años.

Mi infancia es río

Mi infancia es río. Río marrón de boca ancha abierto a mis pequeños pies. Infancia de agua marrón, sin transparencia, horizonte pleno, olor intenso, carros de pescadores, ramas de sauce llorando su cabellera. Opacidad, lodo entre los dedos. Playa ribereña, mortandad de sábalos brillantes por aguas contaminadas.

Mi infancia es relato de historias no vividas, abuelos y abuelas de migrantes pobres, sufrimientos otros que aún duelen… Historias que repican en los días de juegos infantiles. Trabajos de otras infancias, paternas y maternas que calan mis huesos de un sufrimiento añejo, una genealogía que aún duele.

Mi infancia es una luna llena redonda y lironda que riela, colgada del cielo. La noche mágica del muelle donde mis hermanas y yo junto a nuestros padres, íbamos al cine en el agua, en el río. Sí, suena increíble, pero la pantalla pública, estaba allí a la espera, esbelta, mirándonos. Nosotras, felices con las piernas colgadas al aire, danzando… entre imágenes.

Infancia feliz, eterna en su fugacidad.

Mi infancia es tiempo, juego, también miedo.

Miedo al hombre de la bolsa. En mi juventud, los hombres de la bolsa llegan en autos verdes, rondan nuestras calles quilmeñas de infancia. Hoy, bordadas de ausencias.

Mi infancia es mi abuelo de pocas palabras, su gorra y saco ancho, y nuestra primera bicicleta azul. Recuerdo, su mano que nos lleva y trae, sostiene nuestra niñez amarrada a su nostalgia. Quizá, nunca nombrada. Una herencia, una valija marrón de cuero con pocos objetos que esperan regresar a su tierra natal. Detenidos en el tiempo como sus pasos.

Mi infancia es un baranda-escalera, para cabalgar el mundo, subir y bajar para volver a subir. Un mundo infantil a hurtadillas, por fuera de los adultos. El cuerpo adherido a la madera, una tras otra, subir los escalones hasta la cima, y largarse… Mi infancia es hermanada…

Mi infancia es la fratía de a cuatro, número preferido. La complicidad, el amor, la arena, el mar/río, el río/mar, y nadar, nadar, nadar para encontrar la orilla de mi niñez.

Mi infancia es orilla mirando al sur, corazón mirando al sur, estrellas mirando al sur. Búsqueda de lo justo, de horizonte pleno, azul. Búsqueda de mi propia niñez dolida por otras niñeces.

Mi infancia es río-mar, mi infancia es lo que aún no ha llegado.

Patricia Raquel Redondo
Julio 2020

 

Acerca de Patricia Redondo

“Maestra y pedagoga. En este momento Directora Provincial de Nivel Inicial de la Provincia de Buenos Aires, empecé como maestra rural de un jardín de infantes en 1975. Me gusta mucho enseñar, y sigo haciéndolo, soy profesora en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de la Plata. Escucho mucho a los y las maestras, también a los y las niñas para aprender, también trato de estudiar un poco cada día. No siempre puedo. Soy Maestra de Vida de CTERA. Participo de un grupo latinoamericano de infancias hace mucho tiempo. Me invitan de otros países a conversar de educación, gracias a eso conocí, muchas experiencias, entre ellas, niños y niñas y educadoras afrodescendientes en Colombia, espacios educativos indígenas y de movimientos sociales. Escribo y cosecho la amistad para pensar la infancia cada día”.

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